DIAGNOSTICO

El diagnóstico de la insuficiencia venosa se hace a través de una historia clínica completa, esta incluye los datos que se obtienen del interrogatorio al paciente y el posterior examen físico. Se prestará especial atención a la duración de los síntomas, la localización del dolor, hinchazón y cambios de color de la piel. Los síntomas de esta patología   incluyen un dolor profundo, por lo general en los músculos de la pantorrilla o en la cara interna de las piernas. El dolor puede ser más importante al final del día sobre todo en personas que realizan actividades de pié o sentadas durante largos periodos de tiempo; también es habitual la pesadéz Es frecuente la hinchazón en los tobillos que disminuye durante la noche con la elevación de las piernas. Pueden presentarse calambres nocturnos y sensación de picazón en las piernas o cara interna de tobillos. En oportunidades se producen cambios en la textura y coloración de la piel. Esto tiene una relación importante con la presencia de varices internas y estasis venosa. Generalmente es adecuado realizar un Eco Doppler, que es un tipo especial de ecografía que nos permite evaluar los flujos circulatorios de las venas profundas determinando con precisión el lugar de los problemas subyacentes y la existencia de trastornos en las válvulas venosas. Es un método complementario de diagnóstico que en caso de existir patología ayuda planificar el tratamiento de las varices.

SINTOMAS

Un número de personas que no experimentan ninguna molestia con las venas varicosas, sin embargo, algunas personas lo hacen. A continuación algunos de los síntomas:

  • Dolor, cansancio o sensación de pesadez en las piernas. Ardor, punzadas, calambres musculares e hinchazón (edema) de las piernas.
  • Comezón alrededor de una o más venas de las piernas.
  • Cambio en la textura y/o coloración de la piel.

La presencia de venas varicosas y una actividad que requiere mucho tiempo de pie o sentado hace que los síntomas aumenten.

Las venas varicosas son fáciles de detectar visualmente porque son de color rojo, púrpura oscuro o violáceas, en otras oportunidades (cuando son más profundas) se observa el relieve que producen sobre la superficie cutánea.

Si bien es posible que las varices de mayor diámetro se pueden producir en cualquier parte del miembro inferior o en la región ginecológica, es más frecuente su presencia en cara interna y posterior de piernas. En cuanto a las más pequeñas (arañitas o telangiectasias), la situación habitual es en cara externa o interna de muslos y/o detrás de las rodillas.

Factores incrementan la posibilidad de presentar varices:

  • De pie durante largos períodos de tiempo. La sangre no fluye tan bien si usted está en la misma posición durante largos períodos de tiempo, porque sus músculos no se contraen para impulsar la sangre hacia el corazón.
  • Obesidad. El exceso de peso aumenta la presión sobre las venas.
  • Edad. El proceso normal de envejecimiento provoca el desgaste de las válvulas en las venas que regulan el flujo sanguíneo, esto puede hacer que las válvulas no funcionen correctamente.
  • Sexo. Las mujeres tienen una mayor probabilidad que los hombres en el desarrollo de venas varicosas y arañas vasculares. Esto se atribuye a los cambios hormonales durante el embarazo, periodos menstruales y trastornos menopausicos.

Algunos investigadores han encontrado que las hormonas femeninas pueden relajar las paredes venosas. Además, el uso de la terapia de reemplazo hormonal o píldoras anticonceptivas pueden aumentar el riesgo de generar venas varicosas.

  • Genética. La herencia juega un papel muy importante. No solamente pueden ser evidente en familiares cercanos, sino que puede venir de varias generaciones previas.